Varias culturas tienen sus símbolos de protección. Así, hay varios símbolos que tienen la función de protección espiritual contra el mal de ojo, la envidia y los demonios.
Los egipcios enterraban a sus muertos con amuletos de piedras preciosas para protegerlos del mal. En esta cultura era habitual el uso de amuletos para protegerse
Nudo Celta
Entre los símbolos celtas, el nudo celta -un símbolo que no tiene principio ni fin- se utiliza generalmente para proteger a la gente contra los demonios.
Hamsá
Para los judíos y los musulmanes, la hamsá (también conocida como la Mano de Fátima) es un amuleto de protección contra la mala suerte que transmiten los ojos de ciertas personas.
Ojo de Horus
Como protección contra el mal, el Ojo de Horus se utiliza también como energizante. Al ser una referencia al símbolo del «ojo que todo lo ve», sus usuarios adquieren una mayor clarividencia.
Ichthys
Un símbolo de la protección divina y de la fe cristiana es el pez. Esta palabra en griego Ichthys es un ideograma basado en las letras iniciales de la frase griega Iesous Christos, Theou Yios Soter que significa «Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador».
Crucifijo
Símbolo principal del cristianismo, el crucifijo protege contra el mal. Esto se debe a que representa el sacrificio realizado por Jesús para salvarnos.
Parasol
La sombrilla, uno de los ocho símbolos auspiciosos del budismo, es el símbolo budista de la protección. Protege contra los sentimientos e influencias negativas.
Representa el poder espiritual y la protección, por lo que se utiliza para proteger a los dioses en los rituales budistas.
Filtro de sueños
Como símbolo místico de protección, tiene su origen en los indios nativos americanos. Utilizado a la hora de acostarse, esta gente creía que el instrumento filtraba los sueños, dejando pasar los buenos y destruyendo las pesadillas.
Además de ser un filtro de sueños, también se le conoce como atrapasueños, cazador de sueños, entre otros
Ojo griego
Como amuleto de buena suerte, este símbolo se utiliza contra la envidia y el mal de ojo. Al ser una antigua figura protectora, vista por primera vez en Mesopotamia, absorbe la envidia y los sentimientos negativos