En el hinduismo, Shiva significa el «benéfico», el que hace el bien. Es el dios supremo del hinduismo conocido como el destructor, el transformador, además de simbolizar la energía creativa, que participa en la trinidad hindú junto con Brahma (Dios creador) y Vishnu (Dios preservador). En este sentido, cabe pensar en la virtud cíclica que se le atribuye, ya que destruye, crea y transforma en un movimiento circular.
Representaciones del dios
Shiva está representado en la figura de un hombre, sentado en posición de loto sobre una piel de tigre que simboliza la fuerza y la victoria. Tiene cuatro brazos, dos de los cuales se apoyan en las piernas, mientras que una mano sostiene un tridente que representa los rayos y sus tres funciones de destructor, creador y preservador, o la inercia, el movimiento y el equilibrio. A veces hay representaciones en las que la posición de la mano derecha se aplana a la altura del pecho como símbolo de bendición.
Aparece con unas serpientes enroscadas en el cuello y la cintura, que simbolizan la inmortalidad y el poder del dios, asociados a la Kundalini, la energía vital
Cabello y ojo de Shiva
La leyenda cuenta que Shiva nunca se cortaba el pelo largo, ya que para él representaba una fuente mágica de poder y energía. Además, este dios se representa con un moño central en la parte superior de la cabeza -que se asemeja a una corona- del que también brota agua, lo que, según los hindúes, representa al río Ganges y a Shiva, el dios que concede a los hombres el poder del agua. Todavía en la cabeza, podemos ver la luna creciente, que simboliza la ciclicidad de la naturaleza y la renovación constante, ya que la luna cambia de vez en cuando.
En la frente de Shiva está el tercer ojo que representa los rayos o el fuego destructor, son símbolo de la inteligencia y la iluminación, así como de las fuerzas: divina, destructiva y regeneradora.
Linga de Shiva
A menudo se representa a Shiva con un símbolo fálico llamado «Linga», que significa una representación de su presencia invisible en el centro de la creación asociada a la fertilidad. Así, el término «linga» deriva del sánscrito y significa «marca» o «signo».
Como Shiva representa la energía primordial e invisible, pero omnipresente, del creador, el «Shiva linga» es un símbolo visible de esa energía, o realidad última, presente en los seres humanos y en toda la creación.
También significa el «falo», el símbolo masculino de la procreación. Normalmente, el «linga» está montado en un receptáculo circular o cuadrado, llamado Avudaiyar, símbolo del yoni o principio femenino, y juntos simbolizan la creación y la unión de las energías masculina y femenina.
Shiva Nataraja, Shiva Bhairava, Shiva con Parvati
Este dios aparece, todavía, en otras formas y representaciones. Por ejemplo, se le puede representar en meditación o bailando asumiendo la representación de Shiva Nataraja – señor de la danza, que baila el ciclo del nacimiento, la muerte y el renacimiento. Bajo sus pies hay un enano, que representa la ignorancia.
Shiva Bhairava, por su parte, está asociado a la aniquilación y destrucción de los enemigos y se le representa acompañado de un animal, mientras que en la representación de su matrimonio con Parvati, ambos están montados en el toro Nandi y, juntos, simbolizan la fertilidad.
Conoce símbolos de El hinduismo: