La paloma es el símbolo universal de la paz. Además de la paz, simboliza la pureza, la sencillez, la armonía, la esperanza y la felicidad reencontrada
En el ámbito cultural, la paloma simboliza la sublimación del instinto animal. Desde una perspectiva pagana, la paloma también simboliza la pureza, refiriéndose a la pureza del amor, pero por complementariedad se asocia al amor carnal y a los instintos sexuales.
La paloma es el ave que aparece asociada a la imagen de Afrodita y Eros, simbolizando el amor y los deseos de los amantes
Representa, pues, lo que el hombre posee de imperecedero e impalpable, un principio vital, el alma, la esencia del amor. Es el símbolo del amor, especialmente cuando está representado por una pareja de palomas.
Paloma de la Paz
El origen del uso cristiano de la imagen de la paloma blanca como símbolo de paz y esperanza proviene de un pasaje bíblico del Antiguo Testamento. Después del diluvio, Noé soltó una paloma encargada de encontrar tierra firme.
Tras su viaje, regresó trayendo una rama de olivo, a través de la cual hizo saber a Noé que el diluvio había remitido y que había tierra y esperanza para el hombre.
Por eso la paloma es también mensajera de buenas noticias
Paloma del Espíritu Santo
En la mitología judeocristiana, la paloma es el símbolo principal del Espíritu Santo, la tercera persona de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo).
Esto se debe a que, según la Biblia, cuando Jesús fue bautizado, el Espíritu Santo descendió sobre él en forma de paloma.
Paloma blanca
La paloma blanca es la más utilizada en la iconografía cristiana por su prístina blancura. La representación de la paloma abandonando el cuerpo de San Policarpo tras su muerte, por ejemplo, simboliza la sublimación de la vida, de la existencia corpórea a la espiritual
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