Según la tradición hindú y las enseñanzas del Yoga, hemos situado en el centro de la frente, entre las cejas, el centro de energía sutil de la conciencia y la espiritualidad.
El tercer ojo se refiere a Ajna, un chakra que se considera la puerta de entrada a la percepción extrasensorial.
El punto simboliza el encuentro de lo masculino y lo femenino, la unión de estas dos energías y la superación de la dualidad hacia una conciencia superior.
También es el punto relacionado con la intuición (porque está conectado con la glándula pineal), la premonición, la iluminación y la autoconciencia. También es el polo responsable de la conexión entre el mundo visible y el espiritual.
El tercer ojo abre la comunicación con las plataformas superiores de la conciencia, por lo que se dice que el punto está conectado con la imaginación y la creatividad
La palabra para el tercer ojo en la Cábala significa «sabiduría». Para los practicantes, el punto es el centro de la conciencia cósmica y del autoconocimiento.
Mediante ejercicios prácticos y meditación, el yoga busca abrir y equilibrar el chakra del tercer ojo. Las enseñanzas buscan transmitir la paz mental a quienes las practican.
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