La llama es el alma del fuego. Simboliza la purificación, la iluminación, el amor espiritual y representa el espíritu, así como la trascendencia.
En el budismo, la llama simboliza la sabiduría y el acto de quemar la ignorancia.
En cambio, tiene un significado negativo cuando se asocia a la destrucción. En este sentido, la llama refleja el ardor de las disputas, la envidia, la lujuria, la revuelta y la guerra.
La imagen de la llama se asocia con el destello de la granada, un artefacto de guerra que explota y destruye todo lo que está cerca.
El simbolismo de la llama está estrechamente relacionado con el simbolismo de la vela y del fuego.
La llama eterna representada en la antorcha olímpica simboliza el fuego sagrado que Prometeo, defensor de la humanidad, robó a Zeus. En la antigüedad, servía para anunciar el comienzo de los juegos, tradición que se mantiene hasta nuestros días.
Lee Símbolos de las Olimpiadas.
La llama divina es un concepto presente en varias religiones. En el cristianismo, hay santos representados con el corazón en llamas, lo que indica la presencia del Espíritu Santo y también simboliza la esperanza y la vida.
Por eso el fuego es uno de los símbolos del Espíritu Santo. Como se dice en la Sagrada Escritura, el Espíritu Santo descendió sobre las cabezas de los apóstoles en forma de lenguas de fuego