Baphomet, o Baphomé, es una criatura simbólica que tiene cabeza de cabra, toro o chacal y cuerpo humano. Ambivalente, el significado de Baphomet es el bien y el mal, la luz y la oscuridad, el cielo y la tierra, lo femenino y lo masculino.
Existe una controversia sobre su origen. Los textos del siglo X mencionan las características de esta enigmática figura. Además, los investigadores afirman que está relacionado con muchos dioses paganos de las mitologías y leyendas de Egipto, India, Celta y Grecia, entre otros.
En cuanto a su imagen, fue creada por Éliphas Lévi, ocultista francés, que la publicó en su libro Dogma y Ritual de la Alta Magia.
Baphomet es considerado un demonio. Esto se debe a que es un símbolo que se asocia con las ciencias ocultas, la magia, la alquimia, la brujería, el satanismo y el esoterismo.
Baphomet y la masonería
Aunque la masonería no tiene ningún tipo de culto a las imágenes o a los dioses, Baphomet está asociado al símbolo de la experiencia. Esto se debe a que su simbolismo sólo se revela a quienes poseen un nivel elevado.
En el cristianismo, Baphomet se considera un demonio, una criatura diabólica, ya que tiene cuernos como el diablo (Satanás), representando así las fuerzas del mal.
Baphomet era una deidad adorada por los Caballeros Templarios (Orden de los Caballeros del Templo u Orden de los Pobres Caballeros de Cristo).
Por ello, sus seguidores fueron cruelmente perseguidos, ya que para la Iglesia, la criatura que adoraban era un demonio, un dios pagano.
Pentagrama invertido
La figura de Baphomet está relacionada con el pentagrama invertido, ya que este símbolo se parece a una cabeza de cabra.
Los tres puntos hacia abajo representan el rechazo, o la caída, de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Las orejas del macho cabrío, que son las puntas que apuntan hacia arriba, representan lo carnal en oposición a lo espiritual.