El símbolo comunista está representado por la hoz y el martillo, que es también el símbolo presente en la bandera de la antigua Unión Soviética.
El martillo representa al trabajador industrial. La hoz representa al trabajador agrícola, de modo que juntos llevan el sentimiento de esperanza de los trabajadores para conseguir mejores condiciones de vida.
En este sentido, ambas herramientas fueron elegidas por los comunistas para representar el sistema contrario al capitalismo. Así, ambos están presentes en las banderas de los partidos comunistas repartidos por el mundo.
La estrella y el color rojo que aparecen en la bandera de la Unión Soviética también forman parte de los símbolos que identifican a este sistema político.
Cada punto de la estrella representa uno de los siguientes continentes: América, Europa, África, Asia y Oceanía.
El color rojo, a su vez, es una referencia al comunismo y está relacionado con la sangre derramada en la Revolución Rusa.
El símbolo apareció en 1918, con motivo de la Revolución Rusa, que dio lugar a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
El objetivo era mostrar la importancia de la unificación de las clases trabajadoras. Aunque las herramientas estaban presentes en otros símbolos, la hoz y el martillo llegaron a ser reconocidos como símbolos comunistas.
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