Zeus, el padre de los dioses, es el gobernante supremo del cielo y la tierra. El dios de los dioses del pueblo griego corresponde al dios romano Júpiter y representa el reino del espíritu.
Simboliza la fuerza masculina y la autoridad sobre los dioses y los humanos.
Enfurecido, Zeus castiga a los humanos e imparte justicia lanzando rayos, cuyo trueno representa su voz divina y el destello, es una referencia a la iluminación, en el sentido de esclarecimiento, de verdad. El trueno de Zeus sería capaz de destruir a los espíritus malignos.
Asociado al rey de los dioses, el rayo se representa a menudo como un tridente, objeto que Zeus suele utilizar y que figura como insignia real.
Aunque comúnmente se le representa sentado en un trono con forma humana -con rizos que representan el poder-, llevando en la cabeza una corona de laurel, así como, un tridente en las manos, Zeus es conocido por sus aventuras amorosas tanto con diosas como con mortales y adopta diferentes formas para seducir a las mujeres. Sus conquistas femeninas hacen referencia a los logros de Grecia.
Así, Zeus utilizó disfraces, como el de un cisne -y, con la forma del ave, sedujo a Leda- e incluso el de una lluvia de monedas de oro y así dejó embarazada a Dánae.
En la mitología romana, Júpiter es el gobernante de los dioses. En Astrología, el planeta Júpiter simboliza, entre otras cosas, la exploración científica y se reconoce por el símbolo que parece un número 4 estilizado.