En muchas tradiciones, las joyas representan verdades espirituales.
El erudito Cirlot afirma que las piedras preciosas que llevan los trajes de los reyes, reinas y princesas, así como sus atributos, como la corona y el cetro, son símbolos de un conocimiento superior. Esta simbología se presta a varias inferencias.
En psicología, por ejemplo, la aparición de princesas o damas nobles con joyas puede representar el ánima junguiana: las joyas serían atributos, características o virtudes de esta ánima.
Por otra parte, las joyas custodiadas por un dragón u otro animal componen una escena que sugiere las dificultades encontradas en la búsqueda del conocimiento. Las joyas o gemas guardadas en el fondo de las cuevas se refieren al conocimiento intuitivo almacenado en el inconsciente.