El báculo, una especie de bastón que utilizan los obispos y abades, u otros altos cargos de las iglesias, simboliza la fe y la autoridad pastoral. Por ello, se utiliza en los actos religiosos, como la administración de los sacramentos.
Su parte superior, en forma de semicírculo, representa el poder celestial sobre la tierra, así como la comunicación entre estos dos mundos.
El semicírculo también puede dar lugar a la forma de un gancho, una pieza que puede utilizarse metafóricamente para tirar de la oveja descarriada y devolverla al redil.
Al mismo tiempo, el bastón representa el cayado del pastor que guía al rebaño, ejerciendo así el papel de guía espiritual.
Los estudiosos creen que su uso, bastante antiguo, se remonta a los primeros siglos. Esto se debe a que los obispos, hombres de cierta edad, utilizaban un báculo para ayudarse cuando necesitaban cumplir con sus obligaciones religiosas.
En aquella época, el báculo no llevaba todavía la idea de superioridad.
Además del báculo, las insignias que llevan los obispos, y que se entregan en el momento de su ordenación, son: el anillo episcopal, la cruz pectoral y la mitra. La mitra es un tipo de tocado que cubre la cabeza de los obispos en determinadas celebraciones litúrgicas.
Todos estos símbolos señalan que su portador asume una misión apostólica.
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