El verde es el color de la esperanza, la naturaleza y el dinero.
Para los cristianos, representa el triunfo de la vida sobre la muerte y, por tanto, de la renovación y el renacimiento. Se utiliza en la Epifanía (tiempo litúrgico después de Navidad) y en el domingo después de Pentecostés.
Es un símbolo sagrado en el Islam. Es el color de la capa y el turbante de Mahoma, que representa la renovación espiritual.
Por ello, es el color más importante para esta religión. Para los islamistas, el color verde representa la fertilidad, el conocimiento espiritual y el paraíso. Se cree que, al entrar en el Paraíso, las personas llevan túnicas verdes.
La bandera del Islam es verde y para los musulmanes representa la salvación. En ella, los santos están representados con ropas verdes, como también es el color de las túnicas de los guerreros musulmanes en las Cruzadas.
El hombre verde celta es el dios de la vegetación y la fertilidad. En Occidente, es el color de la primavera y el comienzo de un nuevo ciclo vital. Así, en China, representa el trueno y el despertar de la energía yang en primavera.
Color refrescante, el verde está relacionado con el elemento madera y representa la longevidad, la fuerza y la esperanza.
Se cree que ofrecer algo verde, especialmente por la mañana, garantiza la buena suerte a la persona que lo recibe.
Aunque significa esperanza y es el color de la inmortalidad, por otro lado, representa la muerte.
Esto se debe a que, mientras que las ramas verdes son universalmente el color de la inmortalidad, la piel verdosa de los enfermos contrasta con la idea de juventud.
El verde de la ingenuidad juvenil, en contraste con el color de la fruta madura, se confunde también con el verde del moho, de la decadencia. Esta analogía se acerca una vez más a la relación entre la vida y la muerte.
En la Europa medieval, el verde se asociaba con el diablo y llevar ropa de este color daba mala suerte.
En heráldica, simboliza la alegría, la esperanza y la fidelidad.
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