El negro es la ausencia de todo color o luz y se asocia en todo el mundo con el mal. Es el color del misterio, de la penitencia, de la condena, de la angustia y representa el inframundo.
Por otro lado, representa la fertilidad, la autoridad y la sofisticación.
Simboliza el luto, tanto en el cristianismo como en el islam. Para el Islam, además de simbolizar la tristeza, es también un talismán contra el mal de ojo.
En Astrología, el negro simboliza a Saturno, en referencia al dios Saturno, la deidad griega de la vejez y la muerte.
Incluso los animales de este color se asocian a aspectos negativos. Este es el caso de los países árabes, donde se cree que los perros negros traen la muerte a las familias y los pollos negros se utilizan para la brujería.
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En Japón, entre varios aspectos negativos, el negro simboliza las catástrofes.
Sin embargo, en su origen, el negro simbolizaba la fecundidad y también refleja el poder y la autoridad.
En el antiguo Egipto, el negro es el color de la resurrección y la vida eterna. Esto se explica porque los egipcios entendían que la vida surgía de la oscuridad. Así, se asoció a la diosa de la fertilidad.
Se considera lo contrario del blanco, que representa la pureza y la santidad. En el Yin Yang, el encuentro del blanco y el negro representa la unión de las energías opuestas que generan la vida.
El yin, la parte negra del símbolo, es el principio femenino.
En África, el color de la muerte es el blanco. Pero además, para los africanos el color negro tiene el poder de alejar la muerte, por lo que se asocia con la curación.
El color negro en el Año Nuevo indica mala suerte y, al mismo tiempo, independencia. Esto se debe a que, al ser una ausencia de color, no depende de los demás colores.
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