La rodilla simboliza la fuerza y el poder y, al mismo tiempo, la debilidad.
Según las antiguas tradiciones, es en la rodilla donde se alberga la fuerza del cuerpo y también la autoridad, después de todo esta parte del cuerpo se asemeja a la cabeza de un palo, que representa el poder.
Por eso, en un acto de humildad, fidelidad o súplica, las rodillas se doblan ante otra persona.
Por otra parte, a una persona débil le tiemblan las rodillas, de ahí su analogía con la debilidad.
El simbolismo de esta parte del cuerpo, a su vez, se expresa en el ámbito religioso, tanto en los actos de oración como en la adoración a Dios de rodillas.
Es curioso observar la relación que se establece entre la rodilla y el elefante. Esto se debe a que este animal es el único con cuatro rodillas, que se consideran pilares que sostienen la Tierra.
Al igual que la rodilla sostiene nuestro cuerpo, los indios y los tibetanos consideran que el elefante es el soporte del mundo y lo veneran por ello. Para ellos, es el elefante que sostiene todo el universo.
Además, el elefante simboliza la buena suerte y el poder soberano, ya que los asiáticos lo utilizan como montura para los reyes.