El cumpleaños, del latín anniversarius, o año que vuelve, el día que salí a la luz, es la fecha en la que se celebra un año más de vida, desde el nacimiento. Su simbolismo se asocia a la luz y al fuego, representando el renacimiento. En diferentes culturas, el cumpleaños de una persona se celebra de forma diferente. En Occidente, por ejemplo, la costumbre de soplar las velas es muy común. La llama de la vela representa la vida, y al soplar la vela de cumpleaños se apaga simbólicamente el año que ha pasado, marcando el nuevo comienzo de la vida
También muy común en las celebraciones de cumpleaños, el pastel tiene su origen en la antigua Grecia y se ofrecía a Artemisa, diosa de la fertilidad. La tarta de cumpleaños también simboliza lo que la persona que cumple años ha construido en su vida, y compartir la tarta entre los presentes es una representación de compartir tu vida con las personas que quieres.
En algunas culturas, los cumpleaños de las personas no se celebran individualmente el día en que nacieron, sino colectivamente el día de Año Nuevo.
El regalo de cumpleaños en Occidente es una tradición que surgió de la mitología cristiana del nacimiento de Jesucristo y de la visita que recibe de los tres Reyes Magos, cada uno de los cuales le ofrece un regalo.
Ver también Simbolismo de las velas.