Derivado de la palabra griega pathos, pasión significa exceso, sufrimiento, al igual que en latín la palabra pasión también deriva de passus, que significa sufrir. Como representación de un sentimiento intenso, la pasión tiene su iconografía relacionada con el imaginario del amor. Sin embargo, la pasión se considera un estado agudo de emoción, y a menudo se asocia con la atracción, el deseo sexual, la lujuria y el romance.
La pasión se describe comúnmente como un deseo desenfrenado e irrefrenable, un sentimiento que aleja la racionalidad y crea una oscilación entre lo real y lo ilusorio. La pasión se refiere a la impulsividad, el ardor, la inquietud y los sentimientos exacerbados. La pasión, por tanto, establece una dualidad entre el cuerpo y el alma, y una relación casi intrínseca entre el placer y el dolor.
En la mitología grecorromana, Afrodita, Venus, Eros y Cupido son los dioses que representan tanto el amor como la pasión y el erotismo.
Visualmente, la pasión está simbolizada por el color rojo, por el fuego, por la imagen de un corazón o por Cupido. Las rosas rojas también suelen asociarse a la pasión
Al igual que el amor, la pasión también es objeto de muchas reflexiones y textos filosóficos y literarios, y un tema recurrente también en el psicoanálisis. En algunos casos, la pasión se considera incluso una patología derivada del sentimiento amoroso, que conduce a un estado de deseo constante e incluso obsesivo
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