El gallo simboliza el orgullo, especialmente a través de su pose. Universalmente, el gallo es un símbolo solar y un comunicador, ya que anuncia la salida del sol. En Oriente, el gallo tiene un simbolismo muy positivo asociado a la virtud del valor, un buen augurio. El simbolismo del gallo también se asocia con la bondad y la seguridad.
Según la creencia, al anunciar la llegada del sol, el gallo también aleja de las casas las malas influencias de la noche. Pero el simbolismo positivo del gallo no es universal. Para el budismo, por ejemplo, el gallo está en la rueda de la existencia, junto con el cerdo y la serpiente, y es uno de los tres venenos, que simboliza el apego, la codicia y la sed.
En algunos países europeos, el gallo se asocia con la ira y la explosión del deseo desenfrenado y frustrado.
En la cultura cristiana, el gallo es un emblema de Cristo, como el cordero y el águila, pero está asociado al simbolismo solar de la luz y la revelación. El gallo como símbolo masónico es un símbolo de vigilancia y de luz.
El gallo es también un símbolo del curso de publicidad y propaganda, ya que anuncia la salida del sol, despertando la atención al comienzo de un nuevo día.
Véase también el simbolismo del Sol.