El rayo tiene dos simbologías distintas, una relacionada con un fenómeno de la naturaleza, como el relámpago; y la otra como una irradiación luminosa, que simboliza algo que emana luz desde el centro, desde un dios o un santo hacia otros seres. Siempre inspira una influencia fecundante, de orden material o espiritual
En la mitología, el rayo se asocia al dios Júpiter o Zeus. Este rayo también se representa como una especie de gran huso o, en algunos casos, en forma de tridente. En muchas mitologías, el lugar golpeado por Dios con un rayo es un lugar sagrado. El rayo representa la manifestación del dios supremo, su voluntad y omnipresencia, y un fuego celestial de violencia irresistible
Considerado durante mucho tiempo como un instrumento divino, el rayo simboliza una bipolaridad, por un lado con un poder creativo y por otro con un poder destructivo. El rayo genera y destruye al mismo tiempo, es la vida y la muerte, el significado del doble filo del hacha. El rayo también simboliza la actividad celestial, la acción transformadora del cielo en la tierra, y también se asocia a menudo con la lluvia y su aspecto benéfico.
Las simbologías del rayo, el relámpago y el trueno se asocian a menudo y se refieren al miedo, a una fuerza violenta y fulminante, pero que a veces también es beneficiosa. El rayo es la creación que aparece de la nada, en un estado todavía caótico o que se anula en un fuego apocalíptico.
Aunque simboliza una intervención repentina y brutal del cielo, su simbolismo es muy distinto al de las estrellas, por ejemplo, porque mientras el rayo es una descarga violenta de energía, la estrella es una anergia acumulada. La estrella es casi como una síntesis del rayo o un rayo fijo.
Mira también el simbolismo de los truenos y relámpagos.