El número 8 (ocho) se considera universalmente el símbolo del equilibrio cósmico. Es un número que tiene un valor de mediación entre el círculo y el cuadrado, entre la tierra y el cielo, por lo que está relacionado con el mundo intermedio y con un simbolismo de equilibrio central y con la justicia.
El número 8 acostado también simboliza el infinito, y representa la inexistencia de un principio o un final, de nacimiento o muerte, y lo que no tiene límite. El ocho tumbado, o el símbolo del infinito, también representa la conexión entre lo físico y lo espiritual, lo divino y lo terrenal.
En las culturas orientales y africanas, el número ocho tiene un poder simbólico que equivale en cierta medida al del número siete en la cultura occidental. En Japón, el número ocho es un número sagrado. En las creencias africanas, el número ocho tiene un simbolismo totalizador
En la tradición cristiana, el ocho es el número que simboliza la resurrección, la transfiguración. Si el número 7 corresponde al Antiguo Testamento, el número 8 simboliza el Nuevo Testamento. El número 8 anuncia la prosperidad y la felicidad de un nuevo mundo.
En el Tarot de Marsella, la carta número 8 simboliza la justicia, el equilibrio y la plenitud totalizadora.
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