En las culturas mexicanas el maíz representa el Sol, el Mundo, el Hombre.
Hay una leyenda maya contada en el Popol Vuh* que dice que el Gran Padre y la Gran Madre engendraron a los hombres con la intención de ser adorados por sus criaturas, y estos intentos continuaron hasta que la creación tuvo éxito.
Primero los dioses crearon la Tierra, luego los animales y después los hombres. El primer intento de crear hombres fue utilizando arcilla, pero no tuvo éxito. El segundo intento se realizó utilizando madera como materia prima. Esta vez, los hombres sobrevivieron, pero se volvieron altivos, vanidosos y frívolos y, por ello, el Gran Padre los destruyó con un diluvio. El Gran Padre decidió entonces crear cuatro hombres utilizando granos de maíz molidos y, a partir de los cuerpos de estos cuatro hombres, se crearon cuatro mujeres. Los hombres y los muhleres se multiplicaron entonces y generaron otras familias. Temiendo esta multiplicación, los dioses temieron que sus criaturas tuvieran la idea de superarlos en su sabiduría, y por ello decidieron disminuir la inteligencia de los ocho.
La semilla de maíz es el símbolo de la prosperidad.
*El Popol Vuh es uno de los pocos libros que se conservan de la civilización maya. Está compuesto por una colección de leyendas de varios grupos étnicos. Revela la cultura maya desde el aspecto religioso, explicando los orígenes del pueblo maya y los fenómenos naturales que les rodeaban.
En Brasil, el maíz es uno de los cereales utilizados para elaborar numerosos platos en las fiestas de junio.