Un lago es un símbolo femenino, a menudo el hogar de monstruos y poderes mágicos y místicos, especialmente en la época egipcia. El lago, al igual que el agua, puede ser el dador de la fertilidad. Además, puede representar la transición de la vida, la muerte y la resurrección. Teniendo en cuenta su poder de reflexión, simboliza un espejo para la autocontemplación, así como una oportunidad para la revelación. La psicología suele considerarlo como la fuente del poder creativo; el inconsciente.