La fresa simboliza la sensualidad, el erotismo, la energía sexual, el amor, la pasión, la fertilidad, la tentación, la perfección.
Significado y simbolismo de la fresa
La mayoría de las simbologías asociadas a esta fruta son positivas. Así, en la antigua Roma, la fresa era el símbolo de Venus, equivalente a Afrodita, la diosa del panteón griego, del amor, la belleza y la sensualidad.
Por su color rojo, su intenso sabor y su forma de corazón, las fresas simbolizan el amor, el erotismo y la energía sexual. Sin embargo, para los gitanos, las fresas se utilizan en pócimas e infusiones para aportar la energía necesaria, así como para acercar a la persona amada. Por ello, creen que si dos personas comparten dos fresas, están destinadas a enamorarse.
En la cultura indígena de Norteamérica, los ojibwe (en inglés ojibwas) creían que cuando una persona moría y entraba en el mundo de los muertos, su alma vagaba hasta llegar a una enorme fresa y, en el momento en que la probaba, su espíritu se desprendía totalmente del mundo de los vivos. De lo contrario, si se negaba a comerlo, como castigo, volvería al mundo de los vivos. Para ellos, esta fruta simbolizaba la tranquilidad y la buena estación.
Durante el siglo XV, para que las hojas de las fresas se asociaran con la Santísima Trinidad, los monjes de Europa occidental incluían a menudo fresas silvestres en sus manuscritos con representaciones de la Virgen María en sus ilustraciones.
Muchas culturas creen que las fresas simbolizan la perfección del espíritu, la paz y el ideal femenino. Otras simbologías atribuidas a la fruta son: la tranquilidad de un hogar, un sueño cumplido o una vida feliz.