La piedra amatista representa el equilibrio, la moralidad y la humildad. Es un símbolo de protección y transmite tranquilidad.
La amatista es una piedra semipreciosa que tiene capacidades equilibradoras. Protege a las personas que la utilizan de todo tipo de embriaguez, es decir, no sólo de la que proviene de las bebidas alcohólicas, sino también de cualquier sensación de éxtasis que haga perder la cabeza.
Así, la palabra amatista tiene su origen en el griego ametius y significa «el que no está en estado de embriaguez».
Aunque no se puede confirmar, es posible que ésta sea la razón por la que la utilizaban los obispos ortodoxos, estando presente en sus anillos.
Esto se debe a que, en vista de su responsabilidad espiritual, el obispo debía guardarse de los placeres intensos.
Asociada a su color, la amatista representa un papel importante para los cristianos. El color violeta representa al clero y el equilibrio entre lo material y lo espiritual. Según la tradición cristiana, la amatista es portadora de un fuerte sentido de la moral y la humildad.
Además de estos significados, añade sus propiedades curativas para la enfermedad de la gota y los venenos, el fortalecimiento de la memoria y la capacidad de proporcionar buenos sueños.
Según el naturalista romano Plinio el Viejo, la amatista podía utilizarse como forma de protección contra la brujería.
Esto sería así siempre que se grabaran en la piedra los símbolos de la Luna y el Sol y que se colgara del cuello con plumones de ciertas aves.
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